domingo, 30 de diciembre de 2012

Carlitos Dominguez



Uno de los jugadores más clásicos del Mallorca es Carlos Domínguez, Carlitos, un delantero sevillano que militó 6 campañas en el Mallorca, autor del gol que devolvió al Mallorca a Primera División en aquella segunda promoción en Vallecas frente al Rayo Vallecano, y que gracias a su velocidad y su capacidad de revolucionar los partidos dio mucho rendimiento con el Mallorca en Primera División. De hecho, se ha aplicado muchas veces, estas características en Mallorca siempre se utiliza su nombre, un jugador al estilo Carlitos, rápido, peleón, capaz de desquiciar a cualquier defensa y con buena definición delante del portero.

Lo cierto es que se hizo un nombre en Primera con el equipo de su tierra, el Sevilla. Debutó en Primera con 19 años y en esa primera campaña anotó 4 goles, además de ser convocado por las categorías inferiores de la Selección. En la siguiente, perdió el hueco y en el mercado de invierno de la 96-97 recalaría en un Mallorca preso en Segunda División. Carlitos pronto se hizo con la titularidad y respondió con goles hasta realizar un espectacular partido en la promoción contra el Rayo, con gol y expulsión provocado de Muñiz, hoy entrenador del Málaga. 10 goles en media temporada fueron sus cifras. Y el Sevilla lo recuperó para su proyecto, aunque esta vez eran los de Heliópolis los que empezaban en la división de plata.

Tras una buena campaña pero sin conseguir el ascenso, el Mallorca volvió a llamar a su puerta en la 98-99, donde el club disputaría la Recopa de Europa y finalizaría en Tercera posición. la Liga Carlos no fue de los jugadores más utilizados por Cúper. En las siguientes si tuvo mayor participación aunque siempre se encontró con jugadores que le cerraron la titularidad. Con Fernando Vázquez en el banquillo fueron Diego Tristán y Etoo en la segunda vuelta, aunque anotó 9 goles en Liga y otro en la UEFA, en las siguientes sería la pareja Luque-Etoo y anotó 4 tantos en dos años y en su último año como bermellón, en la 2002-2003, con Manzano de entrenador y conquistando la Copa del Rey estaría a la sombra de Etoo y de Pandiani. Aún así colaboró con goles importantes, logrando la victoria en Vallecas jugando con 10, redondeando el glorioso 1-5 en el Bernabéu o anotando el tanto de la victoria en el Camp Nou. Además, en la Copa tuvo su momento de gloria, al anotar un hat trick en Zorrilla en una eliminatoria que venía complicada tras empatar en Son Moix. Por cierto, Carlos también ostentó un par de records más, al haber anotado el gol 500 en Primera División del Mallorca y el primer gol en la historia del estadio de Son Moix, ambos contra el Real Madrid en diferentes partidos.

Pese a que sus cifras goleadores eran destacadas, nunca conseguía hacerse con la titularidad de manera consolidada y su puesto seguía siendo el de revulsivo para los últimos minutos. Así que decidió rescindir su contrato con el Mallorca y retornó al Sevilla. Allí, pese a anotar 7 goles en dos años, continuó la tónica iniciada con los bermellones y decidió descender de categoría para jugar en el Hércules, pero allí tampoco se asentó y acabó quedándose incluso sin ficha. Probó suerte en el Granada pero finalmente colgó las botas con 33 años.

Álvaro Novo


Es justo rendir unas líneas a Álvaro Novo, cuya carrera desde que dejó el Mallorca fue bastante más gris y acabó retirándose antes de cumplir la treintena. Una pena.

Novo empezó jugando en su tierra, en las categorías inferiores del Córdoba donde no convenció a los entrenadores y tuvo que buscarse la vida fuera de allí. Recaló en el Carabanchel, equipo de un barrio de Madrid que militaba por Segunda B. Con 17 años y tras haber anotado 10 goles siendo extremo, el Mallorca decidió incorporarlo para reforzar su filial, que por primera vez en su historia jugaría en Segunda división (1998-99). Novo estaba a la sombra de gente como Diego Tristán, Luque, Leo Franco o Braña, gente que ha conseguido ser internacional incluso, y también estaba Martí, Sastre… que saben lo que es jugar en Primera. Pero el caso es que el filial del Mallorca no logró la permanencia en Segunda.

El año siguiente, el filial, prescindiendo de algunas de estas piezas (Luque fue cedido al Málaga, Martí se marchó al Tenerife, Braña volvió a Argentina, Tristán y Leo Franco subían al primer equipo) comenzaba en Segunda B, aunque ya nunca más ha logrado retornar a la división de plata. Novo, era una de las piezas más destacadas y ese año obtendría la recompensa de debutar en Primera, con Fernando Vázquez en el banquillo y en un partido disputado en el Santiago Bernabéu. ese año jugaría en otras 5 ocasiones con el primer equipo.

La temporada siguiente, Luis Aragonés iba a ser el nuevo técnico bermellón. Antes de eso, el filial del Mallorca sería el que intentase clasifica al primer equipo a la UEFA vía intertoto. Ni Luis ni ningún jugador del primer equipo reforzarían a los chavales en una eliminatoria contra el Ceahlaul de Rumania. En ese filial Novo era de los jugadores más destacados, junto a un tal Dani Guiza. Aunque tampoco son desconocidos otros nombres que estuvieron en primera como Buades, Miki, Campano, Robles o Rubiales o algún otro que sigue ahora mismo en segunda como Pelegrin o Chando. El caso es que el filial del Mallorca fue derrotado y el Mallorca no se clasificó para Europa.

Pero la progresión de Novo no se detuvo. Pronto se convirtió en un integrante más del primer equipo, que ese año haría su mejor temporada de la historia finalizando en tercera posición. Al principio Novo estaba a la sombra de Finidi, pero al final de temporada acabó quitándole el puesto y convenciendo a los dirigentes del Mallorca, que año tras año deciden vender a alguna pieza del equipo aunque el dinero nunca se sepa dónde acaba, de que convenía apostar por el muchacho cordobés y traspasar al nigeriano a la Premier.

Los dos años siguientes fueron diferentes. La temporada 2001-02, que comenzaba con el Mallorca disputando su segunda fase previa a la Champions y que esta vez sí, con los goles de Etoo y Luque se accedía a la máxima competición continental. Novo fue autor de un gol en el antiguo campo del Arsenal pero el Mallorca no pasó de la Liguilla. En la liga fue muy decepcionante. El equipo estuvo prácticamente toda la temporada en puestos de descenso y solo al final logró la salvación en la ultima jornada con Tomeu Llompart en el banquillo. Novo, que se esperaba que explotase fue adelantado por otro extremo andaluz, Alejandro Campano. El año siguiente, Álvaro Novo volvió a ser el que se esperaba, con mucha calidad, buena llegada, incisivo por la derecha y ocupo la banda derecha sin discusion. Además el equipo que entrenaba Gregorio Manzano acabó proclamándose campeón de la Copa del Rey en Elche. Novo fue titular todo el año y anotó varios goles (para mi inolvidable porque lo vi en el campo uno que hizo al Betis en un partido disputado en el Calderon y que el Mallorca gano 0-1. Un trallazo desde fuera del area imparable). Manzano, que se comprometió con el Atlético el año siguiente, solicitó su fichaje y el de Ibagaza con insistencia, y en una de esos complicados trueques que hacen entre los dos equipos, y que en la mayoría de los casos han resultados fiascos para ambos, Novo e Ibagaza fueron al Calderón y Nagore, Correa y Colsa acabaron en el Mallorca. Salvando un poco a Correa, que se perdió por motivos extraordinarios, los otros cuatro se la pegaron en su nuevo destino, como es costumbre.

A partir de ahí Novo inició un extraño declive como jugador del que nunca se recuperó. De haber dado el salto a un grande, con 25 años, ser un futurible de la Selección se convirtió en el blanco de las críticas de los aficionados atléticos. Manzano siguió apostando por él, y le utilizó en 35 partidos pero sin éxito. Y el año siguiente desapareció del equipo.

En 2005 dejo el Atlético y aceptó una oferta de la Real Sociedad, convencido de poder recuperar su juego. Su primer año no resultó malo, jugó 33 partidos pero fue un espejismo. El año siguiente volvieron el mal rendimiento, las especulaciones del porque de su bajón y la Real intento prescindir de él ofreciéndole la rescisión del contrato y luego intentando que se fuera cedido. La situación se agravó con el descenso de los donostiarras en una pésima temporada. En Segunda, y con apenas 8 partidos puso fin a su vinculación con el fútbol, y eso que todavía no había cumplido los 30 años. Una pena porque era un futbolista con muchísima calidad, la ponía muy bien tanto en juego como a balón parado y además chutaba con mucha intención desde fuera del área. Pero misteriosamente se hundió. Al menos en Mallorca deberíamos quedarnos con su buena etapa.